¿Conoces la fábula escrita por el antiguo griego Esopo de la Gallina y los huevos de oro?
Déjame que te la cuente y luego si te apetece, te invitaré a reflexionar y encontrar la relación con los proceso dietéticos. Te va resultar interesante.
Cuenta la fábula que un pobre granjero descubrió un día que su gallina había puesto un reluciente huevo de oro. Al principió dudó de su autenticidad así que decidió llevarlo a comprobar su valor.
¡El huevo era de oro puro!
El granjero no podía creer en su buena suerte. Más incrédulo aún se sintió al repetirse la experiencia. Día tras día se despertaba y corría hacia su gallina para encontrar otro huevo de oro. Llegó a ser fabulosamente rico; todo parecía demasiado bonito una para que fuera cierto.
Pero, junto con suficiente riqueza llegaron la impaciencia y la codicia. Incapaz de esperar día tras día los huevos de oro, el granjero decidió matar a la gallina para obtenerlos todo de una vez. Pero al abrir al pobre animal…. ¡sorpresa! Esta estaba vacía.
El granjero había matado la gallina que los producía y la fuente de su riqueza.
Stephen R. Covey, autor de Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, siguiere que en esta fábula hay una ley natural, un principio: la definición básica de la efectividad. La mayoría de las personas ven la efectividad desde el paradigma de los huevos de oro: cuanto más se produce, cuanto más se hace, más efectivos se es. Pero, como muestra el relato la verdadera efectividad está en función de dos cosas: lo que se produce / consigue (los huevos de oro) y el medio o bienes de producción y la capacidad para producir (la gallina).
He de decir, que cuando leí la teoría del equilibrio P/CP me pareció buenísima, y aun lo pienso.
<<P>> es la producción de ls resultados deseados.
<<CP>> es la capacidad de producción.
Aquí empieza mi invitación a que reflexiones.
Imagínate que <<P>> es un resultado dietético como bajar de peso, ganar masa muscular, comer alimentos más saludables, comer sin ansiedad…el que más conecte contigo.
Ahora piensa en tu <<C >> capacidad de producción, en los medios que tienes, en tus aptitudes…ya ves, te convertí en la gallina.
Muchas veces se desea obtener un resultado ya, de inmediato. Para ello se realizan dietas milagro, extravagantes, deporte sin límite ni control, se gasta un montón de dinero en productos tipo cremas, suplementos, batidos, smoothies detox a todas horas y todos los días… y todo bajo el ritmo de la impaciencia y la codicia del resultado inmediato.
Fíjate como puede acabar el tema.
- Físicamente lo mismo acabe la persona enferma, deteriorada, exhausta, lesionada o incluso con el indeseado efecto rebote.
- Económicamente probablemente habrá invertido y gastado mucho en esos productos o la compra del «milagro».
- Humanamente puede ser que haya generado peor humor, irritabilidad, dejado de ir a comidas ocenas con amistades, se encuentre todo el día calculando calorías y con su mente luchando contra la ambivalencia del «quiero pero no quiero» ante cualquier alimento que salga de la pauta. Lo mismo incluso las relaciones, con sus seres más próximos, estén un tanto afectadas pues se «está que muerde».
Stephen R. Covey de esto como los tres tipos de bienes: físicos, económicos y humanos.
Así que parece buena idea plantearse lograr <<P>> con más afecto y respeto hacia <<C>>, es decir, la gallina (la persona y sus medios).
Lograr un reto dietético sin enfermar es posible. Requiere de cuidar el bien físico, el bien económico y el humano.
Es cuestión de querer ser la Gallina de los huevos de oro. Ir día a día, cuidándose, descansando, utilizando los recursos humanos disponibles con afecto y respeto, nutriendo la auto eficacia y las relaciones con uno /una misma y con los demás. En definitiva, valorando y dando sentido al proceso.
Y tú, ¿quieres apostar por tu propia Gallina de los huevos de oro?